ACULTURACIÓN.
LA LECHE NO VIENE DEL TETRA-BRICK.
La modernidad y
la inocente ignorancia de un niño le llevan a decir que la leche del desayuno
viene del tetra-brick. Los cariñosos padres corrigen al infante y le explican
cómo es la vaca, un animal enorme y generoso, la que comparte la leche de su
bebé. Pronto, en la escuela, descubrirá que la vaca es un mamífero, quizá más
tarde, reflexione sobre el hecho de que la vaca no es generosa de por sí, que a
lo largo de la historia es el hombre el que ha ido haciendo uso de este animal
como recurso alimentario. Poco a poco, el niño genera una referenciación del
mundo que le rodea.
Del mismo modo
que sobre vaca, la sociedad en su conjunto ha actuado sobre el entorno y los
individuos que la conforman para ir superando las vicisitudes y necesidades que
la han acuciado. Se genera una cultura. Un modo de ser. Unas técnicas concretas
para afrontar el reto de la vida. No siempre tuvimos automóvil y por eso
valoramos las antiguallas pioneras de esta forma de moverse. Aun no siendo
funcionales en el mundo de hoy en día, nos referencian en nuestro devenir
cultural. No siempre tuvimos escuelas, pero estudiamos y aprendemos de nuestros
mayores y de nuestros mentores desde tiempo inmemorial. No siempre tuvimos
arquitectos, pero desde hace miles de años abandonamos las cuevas y
desarrollamos nuestros hogares y los espacios públicos que los rodean. No
siempre tuvimos derechos, voz y voto, pero inventamos un sistema de diálogo a
través del cual dirimir nuestras diferencias y vernos representados (en ésta
ciudad se hizo una gran aportación en 1188). Sólo teniendo en cuenta estos
procesos, alcanzamos una referenciación aproximada del lugar en el que vivimos,
QUIÉN SOMOS Y DE DONDE VENIMOS.
La plaza en discordia,
la del Grano, es el único y último ejemplo de una solución cultural popular de
solado (de demostrada eficiencia para muchas de sus funciones), una antigualla
vilipendiada por los amantes de lo moderno. Un tesoro evocador para muchos de
nosotros. Una joya etnográfica para los estudiosos. Un recurso turístico
infrautilizado para otros.
Sepan que el
proyecto de remodelación en curso desreferencia nuestras raíces culturales: Las
plazas no las hacían los arquitectos, las hacía el pueblo. Los maestros y los
sabios fueron los que sentaron cátedra cuando hubo sensatez (léase Valentín
Cabero, ICOMOS España, Luis Grau, José Luis Abello y la ULE)) no expertos como
Martin Granizo: “va a quedar muy bonita”, Ana Franco: “el informe de ICOMOS no
es vinculante” y Antonio Silván: “una intervención respetuosa”. Y ganar unas
elecciones no otorga el derecho de pisotear las voces discrepantes a través de
la mentira y métodos más espurios aún.
Señores
próceres de la ciudad: abochornan cuando afirman que no se utilizará cemento,
mienten cuando hablan de técnicas tradicionales introduciendo maquinaria
pesada, faltan al respeto cuando se refieren a nosotros como “los cuatro de
siempre”, “unos 400 manifestantes”, arrojan a la institución que nos representa
al ridículo internacional desoyendo a
los expertos (ICOMOS, etc), denuestan el trabajo artesanal de verdadera restauración
que pagamos en el 89 y a sus autores, avergüenzan a nuestros mejores
embajadores: Antonio Gamoneda, Alejandro Vargas Aedo, Modesto
Llamas Gil, Julio Pablo de la Varga Ferreras, José Cosamalón
García, José de León, Amelia Gamoneda Lanza, Olga Llamas
Hernández, Luis García Zurdo, Amancio González de Andrés, Juan
Carlos Ponga, Eloisa Otero, Julio Llamazares, Luis Grau,
Luis Artigue Holgado, Jose Andrés Seoane, Pelayo Seoane, José
Luis Avello, Juan María García Campal, Rafael Saravia, Diego
Segura, Amelia Valcárcel, Julia Conejo, Ara Antón, Araceli
Reyero Alario, Beatríz Sánchez Antón, Gonzalo Prieto Cordero,
Irma Basarte Diez, Andrés Trapiello, Charo Acera, Toño
Morala, Ricardo Chao Prieto, Ricardo Magaz, Carmen
Busmayor,
Felipe J. Piñeiro García, Julio Cesar Lago Rodríguez, Antonio Toribios, Eugenio Marcos Oteruelo,
Valentin Cabero, Babi Badalov, Juan Pedro Aparicio, Juan Carlos Mestre, José María Merino, Luis Mateo Diez, y lo peor de todo, se retratan como absolutos ignorantes a la par que necios. No sólo no saben, sino que no quieren aprender.
Felipe J. Piñeiro García, Julio Cesar Lago Rodríguez, Antonio Toribios, Eugenio Marcos Oteruelo,
Valentin Cabero, Babi Badalov, Juan Pedro Aparicio, Juan Carlos Mestre, José María Merino, Luis Mateo Diez, y lo peor de todo, se retratan como absolutos ignorantes a la par que necios. No sólo no saben, sino que no quieren aprender.
¡ Basta ya! Detengan la obra, dejen de
mentir, respeten nuestra cultura, nuestros referentes, nuestros impuestos,
nuestro patrimonio. Dejen de ridiculizarse y abochornarnos. Aprendan un poco,
la leche no viene del tetra-brick, no son arquitectos los que diseñan las
plazas populares, escuchar es el principio de la democracia. No van a quedar
guapos en esta foto.
Lo mismo un árbol que un pueblo, si
maltratas sus raíces, se seca.
David Acebes Alcoba
Es una lastima pero nuestro pueblo está, dormido, mal informado, avejentado, triste, abandonado, empobrecido, esquilmado, ignoradoy mal gobernado, señores mediocridad, lo que mas abunda, y miedo al que dirán, todo muy leonés. Si las gentes no luchan por su patrimonio apaga y vámonos!!.
ResponderEliminarEs una lastima pero nuestro pueblo está, dormido, mal informado, avejentado, triste, abandonado, empobrecido, esquilmado, ignoradoy mal gobernado, señores mediocridad, lo que mas abunda, y miedo al que dirán, todo muy leonés. Si las gentes no luchan por su patrimonio apaga y vámonos!!.
ResponderEliminar