NOS SALEN GRANOS ( Pedro Trapiello)
Todo en esa plaza se me hace revolcón
vivo de recuerdos de infancia
o de trotona jumentud... el
campanil tocando a vísperas, el lóbrego
torno del convento de las carbajalas
donde murió una tía mía de novicia en
«fl avour of sanctity» (lo de fl avour lo
dice de esta plaza el alcalde), la fuente
pilonera donde chapoteábamos la broma
guaja, aquel empedrado en lomos
que nos disuadía de carreras... o la calle
prohibida de las putas que llamaban El
Barranco (Calle Apalpacoños hasta los
años 20, así, sin mojigaterías que disimularan
su secular industria).
Toda la vida fue una plaza-mercado
esta que el pueblo llamó del Grano
(eran cereales su mercadería) y de Santa
María del Camino el callejero ofi cial,
pero nadie la llama así, ni a la virgen de
esa iglesia; del Mercado la dicen.
Iglesias y mercados siempre fueron
juntos por aquí desde tiempo inmemorial,
pues parroquias o cabildos tenían
privilegios y tasas sobre lo que allí se
vendiera. A esta plaza del Grano llegaban
muchos carruajes y bestias, así que
la empedraron alomando los morrillos
para que escurrieran aguas y orines.
Con este pellejo en el suelo llegó la pobre
hasta anteayer (años 80), cuando el
alcalde decidió desollarla y rehacerla
reponiendo el morrillo, pero borrando
los surcos, robando los mojones de sillar
o inventando nuevos enlosados y
bancos junto a la fuente, así que es de
ayer lo que se tiene por antiguo.
Aún así, es lo más parecido al histórico
suelo de la plaza que mejor resume
la entraña pueblona de este León que
se espurria en ladrillote y se empijota
en gustos... por eso entiendo a quienes
exigen al ayuntamiento que no se columpie
con el proyecto de remodelación
que la desdibuja con nuevas aceras
o intervenciones contestadas por
historiadores y vecinos.
Entiendo mucho menos a los que disgusta
este flavour pueblerino... o a las
nenas que protestan por no andar a
gusto en este empedrado cuando van
de vinos con esos zapatitos-zanco que
tienen sótano, ático, vértigo y plan.
¿Y los arbolones nuevos que ocultan
plaza o la empequeñecen?... ¿dónde están
las modestas acacias que llegaron a
los 50?... ¿y esas arquitecturas que emburrian
ahí con inefable grosería?...
Fuente: Diario de León
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