De todas las plazas de León, la única que se conserva en cierta consonancia con lo que fue históricamente es la Plaza del Grano. De una manera o de otra, por capricho, por "modernidad", o simplemente por tocar las narices, una tras otra las plazas de León han ideo perdiendo su esencia, su singularidad y su ambiente, pasando a ser plazas insulsas y poco agradables.
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Después de un rosario de desastres, ¿ cómo no vamos a pensar en que el Ayuntamiento va a destrozar la Plaza?
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El alomado debe de tener entre 8 y 10 centímetros y se rebajará hasta, no sé, uno o dos. Si esto no es cargarse la Plaza que baje Dios y lo vea. Se allana la Plaza, digan lo que digan los que defienden el proyecto, y así pierde su figura. Hoy el alomado está aplanado por el paso de camiones, hay que recuperarlo para que la Plaza del Grano tenga la imagen que se merece, su imagen, su singularidad, en una palabra: su esencia.
Juan Carlos Ponga, investigador y experto en urbanismo leonés.
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